Desde que nacemos vamos aprendiendo valores importantes en la vida, como el amor, la paciencia y el respeto; aunque estemos infinitamente agradecidos con nuestros padres por intentar explicarnos todas esas maravillosas lecciones, lo cierto es que nadie como los animales para permitirnos comprenderlo desde la perspectiva de alguien frágil y vulnerable, pero con un corazón valiente que vale oro.
¿Recuerdas todas las veces que le rogaste a tu mamá por que te dejara tener un perro, un gato, un conejo o un pez? Ahora que te toca o te tocará a ti ser padre, esperamos que hayas aprendido de tu experiencia al crecer rodeado de animales y les inculques a tus pequeños el cariño a todas las especies. Recuerda que la mascota de la infancia es el mejor amigo que siempre llevarás en el corazón… aunque ya no esté contigo. ¿Vas a impedir que tus hijos sientan todo ese amor?