No hay animal más sigiloso que el gato -o puede que sí, pero hoy no hablaremos de ellos-, siempre traman algo entre garras y esos bigotes esconden los mejores secretos ninjas, no por nada son expertos en desaparecer cosas que no serán vistas jamás.
Para su mala fortuna, no siempre se salen con la suya y de vez en cuando los descubren en la escena del crimen, eso sí, ¡NO SE ARREPIENTEN DE NADA!
Mucho cuidado, su venganza puede ser letal.