Si hay alguien que no puede ni debe faltar a una ceremonia tan importante como lo es tu boda, es tu mejor amigo de cuatro patitas. La mayoría de las relaciones suelen madurar con la ayuda de un perrito que los entrene para cuando llegue el gran momento de ser padres, así que es común ver parejas con sus “perrhijos” disfrutando del amor que comparten en su relación, así que es inaceptable que no lo incluyan en el evento. ¡Él fue quien los unió! Debería hasta de ser el padrino…
Pero si crees que es complicado hacerlo parte, o simplemente no le gusta la convivencia ni se comporta correctamente en sociedad, puedes invitarlo únicamente a la sesión de fotos e incluirlo en detalles pequeños de la decoración… ¡qué tal si colocas su figura miniatura en tu pastel! Claro que suena muy loco, pero una vez que observes las siguientes ideas, correrás con tu repostero a pedirle que añada este tierno detalle.