Tener un perro es darte cuenta que puedes tener un mejor amigo de cuatro patas, una compañía para esos días en los que parece que nada sale bien, un hombro para llorar, alguien que te escucha sin juzgarte y te ama sin condiciones.
No hay mejor recibimiento que cuando llegas a tu casa, cansado del trabajo, agotado, arrastrando los pies… todos los demás duermen, pero hay alguien que se alegra de verte y que no duda en ir hasta la puerta a recibirte de la mejor manera, saltando y ladrando mostrando su felicidad por verte regresar. Y sí, es fácil obsesionarte un poco con estos hermosos animales que parecen haber sido mandados del cielo para animarnos, darnos pura felicidad y un genuino amor; pero, realmente ¿qué tan obsesionados podemos llegar a estar?
A continuación te presentamos una lista de cosas que, si las haces al igual que nosotros, temo decirte que ¡también estás obsesionado con tu mascota!
1. Tu celular está lleno con fotos de tu perro
2. Puedes mirarlo fijamente por horas porque sencillamente ¡es hermoso!
3. Sientes ansiedad cuando tienes que dejarlo por un largo periodo de tiempo
4. Y cuando sales tratas de apresurarte a regresar para no dejarlo solo demasiado tiempo
5. Compartes tu comida con él
6. No, quisimos decir de ¡boca a boca!
7. Si llamas por teléfono pides que te comuniquen con él…
… ¡lo único que quieres es decirle que lo amas y que no tardas!
8. Piensas que tu perro es el más lindo del mundo
9. Y si vas en la calle y ves un perrito no puedes evitar desviarte para acariciarlo
10. Te preocupa que tu perro se ponga celoso de otro
11. Lo llevas a todas partes contigo
12. Y lo tratas como una persona más
13. Le hablas como si fuera bebé…
… con esa voz rara y ridícula que solemos hacer… ¡no mientas! También lo has hecho.