De cierta forma, todos hemos sido salvados en algún punto crítico por nuestros mejores amigos, aquellos que incluso sin tener una fuerza superior o voz para llamar a alguien que nos pueda ayudar, han hecho frente al peligro sin importar las consecuencias. Nos referimos a esos seres leales que nos defienden con garras y colmillos, que no permiten que nada malo nos pase y que siempre estarán ahí sin importar que lo único que necesitemos sea un abrazo para recobrar las esperanzas y las ganas de vivir. Sí, nos referimos a los perros.
¿Cuántas veces nos han salvado? Si aún te preguntas cuál es la misión que tienen esos ángeles de cuatro patitas que llegan a nuestra vida de formas inesperadas, este post te dará la respuesta que buscas.