Si tienes emociones encontradas y aún no decides qué es más tierno, si un animalito bebé o un niño pequeño… probablemente este post resolverá el dilema. ¡Y es que los declaramos oficialmente empatados! Los dos son igual de adorables, sobre todo si están acurrucados juntos a la hora de la siesta.
Cuando un niño crece rodeado de animales se desarrolla en él un maravilloso sentido del cuidado a la naturaleza. Por eso, permitirles convivir con sus mascotas desde pequeños fortalece su sistema inmunológico y principalmente su corazón salvaje. Estos pequeños serán nobles cuidadores de animales al crecer, pues sus padres les han permitido conocer desde muy jóvenes la sinceridad de una amistad animal.